Define tu estrategia, potencia y vencerás
Al momento de tener un producto y un servicio surge la interrogante de cuál será la mejor herramienta de mostrarlo al mundo: si a través de una página web o de las redes sociales. Antes de tomar la determinación de cuál de las dos plataformas vamos a trabajar, debemos definir cuál será nuestra estrategia frente a Internet. Destacaremos dos en esta ocasión: la de empuje y la correspondiente a jale.
¿Pero qué significa esto?, te lo contamos a continuación.
Cada vez que nosotros atrapamos o jalamos un usuario, estamos visualizando que tienen la necesidad de un producto - nuestro producto- ya que lo busquen en internet. Como la necesidad está presente la mejor herramienta es una página web, y por ende, una estrategia de CEO.
Por el contrario, si visualizamos usuarios indecisos, que a lo mejor no necesitan de nuestro producto, pero nosotros debemos generarle la necesidad, tenemos la estrategia de empuje; para lo cual utilizaremos las redes sociales.
Con lo planteado anteriormente, nos daremos cuenta de qué la pregunta correcta no es ¿con qué plataforma nos mostraremos?, sino que ¿cómo implemento las redes sociales y la página web de mejor manera?
Estrategias de Jale (sitio web)
Como te hemos comentado en nuestros artículos, si quieres permanecer dentro de los primeros lugares en Google y alcanzar a esos potenciales clientes, es que vamos a definir cuál es el objetivo de nuestra página web, qué es lo que debería hacer un sitio web.
Una página web es una herramienta que debería cumplir 4 objetivos: el primero de estos, es que sea capaz de atraer a potenciales clientes, a través de las estrategias de CEO (optimización del sitio web y generación de contenidos ricos en palabras claves).
Una buena herramienta es el blog (todos los sitios web que desarrollamos lo poseen). Una vez que hayas agregado todos tus productos y todos los servicios, lo más probable es que después no vayas a mover el contenido de tu página por un buen tiempo, entonces, como ya tienes definido tu contenido y como existe la posibilidad de que no lo vayas a mover, es que tenemos que generar alguna herramienta que le dé movimiento a este aparataje (recuerda que a Google le encantan las páginas web que están en constante movimiento). Para esto sirve el blog: para que comiences a generar contenidos a través de artículos que contengan las palabras claves respecto de los productos que estás promocionando.
El segundo objetivo, será que los potenciales clientes se conviertan en clientes. Lograremos esto a través de varias maneras: teniendo nuestro sitio web bien desarrollado, de tal manera que el cliente no tenga que hacer muchos clics para encontrar el producto que él necesita.
Nosotros debemos pensar en la usabilidad y comodidad del cliente, ya que las estadísticas dicen que nosotros tenemos la atención de nuestro cliente solamente 16 segundos. Debemos tener en consideración, que si no encuentra lo que andaba buscando volverá lo más pronto posible a Google a continuar con su búsqueda, llegando hasta el sexto o séptimo resultado. Una vez que haya llegado a este enlace final, y no encontró lo que busca, va a cambiar de término.
Recuerda siempre: tener las fotos ideales, las palabras precisas para poder cautivar a nuestros clientes y considerar la usabilidad; o si no vamos a perder a clientes y posibilidades de compras que ese usuario pudiese efectuar.
Nuestro tercer objetivo, será que el cliente recomiende nuestros productos. Para ello, vamos a utilizar todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance con la finalidad de que pueda escribir un comentario, dejar su reseña, calificar el servicio, entre otros (siempre nosotros teniendo la capacidad de aceptar o rechazar esta actividad). Debemos tener en claro que hay comentarios que nos permitirán realizar mejoras en nuestros servicios y debemos canalizarlos a los servicios correspondientes, por ejemplo, a soporte o atención al cliente… no olvides que la experiencia del usuario es muy importante.
También, ¡permítele que comparta su producto en sus redes sociales!
Piensa en todo lo que hemos pasado: hemos llamado su atención a través de contenido atractivo, logramos que se hiciera nuestro cliente y adquiriera nuestros servicios o productos, junto con que dejase su comentario y/o experiencia. Sin embargo, ahora falta nuestro cuarto objetivo: el retorno.
Debemos lograr que el cliente vuelva. ¿Cómo podemos lograrlo? Teniendo una base de datos de los productos o servicios que él ha adquirido (podemos lograrlo con un sitio web bien desarrollado) y ofrecerle otros que estén relacionados. Esto lo podemos hacer mediante correo electrónico, darle la instancia de que se suscriba para que esté atento a las actualizaciones y novedades acordes a los intereses que él tiene. Recuerda siempre: fidelizar al cliente.